Una hermosa reflexión sobre la vocación de maestro.
Si tu corazón late más aprisa viendo a tus alumnos,
Si cada persona es para ti un ser que se debe cultivar,
Si cada hora de clase se ha escapado aprisa,
Si quieres más tu trabajo cada año que pasa,
Si las dificultades inevitables te encuentran sonriente,
Si los padres y los niños dicen que eres amable,
Si tu justicia sabe revestirse de amor,
Si tu corazón late más aprisa viendo a tus alumnos,
Si cada persona es para ti un ser que se debe cultivar,
Si cada hora de clase se ha escapado aprisa,
Si quieres más tu trabajo cada año que pasa,
Si las dificultades inevitables te encuentran sonriente,
Si los padres y los niños dicen que eres amable,
Si tu justicia sabe revestirse de amor,
Si combates al mal pero no al pecador,
Si sabiendo tantas cosas no te crees sabio,
Si sabes volver a estudiar lo que creías saber,
Si en lugar de interrogar sabes, sobre todo, responder,
Si sabes ser niño permaneciendo maestro,
Si ante la belleza sabes sorprenderte,
Si tu vida es lección y tu palabra silencio,
Si tus alumnos saben semejarse a ti, entonces...
Tú eres maestro.
Si sabiendo tantas cosas no te crees sabio,
Si sabes volver a estudiar lo que creías saber,
Si en lugar de interrogar sabes, sobre todo, responder,
Si sabes ser niño permaneciendo maestro,
Si ante la belleza sabes sorprenderte,
Si tu vida es lección y tu palabra silencio,
Si tus alumnos saben semejarse a ti, entonces...
Tú eres maestro.
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